
El cáncer colorrectal en niños sí existe
Aunque en el ámbito pediátrico son mucho más habituales otros tipos de cáncer, el cáncer colorrectal en niños y adolescentes existe y está documentado, si bien es una patología muy infrecuente.
La edad de presentación del cáncer colorrectal pediátrico más común es durante la segunda década de la vida, aunque también se han dado casos en todas las edades, incluyendo fetos y recién nacidos, y es más frecuente en países desarrollados como Estados Unidos y países europeos, siendo más raro en África y Asia, a excepción de Japón.
El cáncer de colon en niños y adolescentes
El cáncer colorrectal es un cáncer pediátrico relativamente poco frecuente, como hemos dicho, y dado que generalmente se ubica en el lado derecho la mayoría de las veces da lugar a síntomas más leves.
Además, las tasas de curación son más altas en niños si el diagnostico se hace inicialmente durante las primeras etapas de la enfermedad, motivo por el cual es especialmente importante estar alerta en los casos de antecedentes familiares, en cuyo caso será esencial realizar exámenes de detección preventivas.
También es esencial, no sólo en el caso anterior, tener la debida conciencia y conocimiento de los síntomas generales y estar alerta ante la aparición de cualquier sospecha.
Los países occidentales presentan alrededor de 300.000 a 1,5 millones de niños diagnosticados con cáncer colorrectal, y es altamente tratable si se detecta a tiempo; aunque el problema es que su detección temprana no es habitual.
Además de ello no todas las pruebas de búsqueda utilizadas en el diagnóstico de adultos son factibles con los niños, por eso es tan importante estar especialmente alerta cuando existen factores de predisposición genética.
Las investigaciones sugieren que tanto los médicos como los padres deberían estar especialmente atentos a los niños que presenten sangrado rectal o con antecedentes familiares de cáncer del tipo que sea, pero especialmente el de mama, cáncer de endometrio, de ovario o de próstata.
Tanto en niños como en adultos, el cáncer de colon suele ser asintomático en las primeras etapas, lo que complica el diagnóstico precoz, y por ende, el tratamiento exitoso del cáncer.
“Afortunadamente” un alto porcentaje de los niños que padecen cáncer colorrectal lo sufren debido a la genética, por lo que en cierto modo, su detección precoz es más viable si se realizan pruebas preventivas con regularidad, y no es necesario como en los adultos, esperar a que aparezcan los síntomas, en cuyo caso ya estaría avanzado.
Los síntomas, una vez da la cara, son estreñimiento, heces excesivamente delgadas, calambres y dolores en la parte baja del abdomen, sangrado en las heces, pérdida inexplicable de peso, náuseas y vómitos, gases, hinchazón y fatiga constante.
El pronóstico general para los niños y adolescentes con cáncer de cualquier tipo, ha mejorado ampliamente en las últimas décadas, aunque la mejoría ha sido especialmente notable en algunos tipos de cáncer.
Para diagnosticar el cáncer colorrectal, se utilizan pruebas que examinan el colon y el recto, si bien algunas deben ser adaptadas al cuerpo y la edad del menor, y otras de ellas no son factibles en niños.
Respecto del tratamiento, hay diferentes tipos de tratamiento para los niños con cáncer colorrectal, y siempre debe estar supervisado y escogido por el equipo oncológico pediátrico, y dependiendo del estado evolutivo en que se encuentre el cáncer.
Normalmente los tratamientos que se utilizan son los mismos que para los adultos, como son la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia y la inmunoterapia, aunque se está investigando y probando nuevos tratamientos, que se encuentran en fase de ensayo clínico.
En 2018, la OMS puso en marcha, junto con algunos asociados, la Iniciativa Mundial contra el Cáncer Infantil para ofrecer asistencia técnica y en materia de liderazgo como apoyo a los gobiernos para la creación y el mantenimiento de programas de calidad dedicados al cáncer infantil.
Su finalidad es lograr una tasa de supervivencia de, como mínimo, el 60% de los niños con cáncer en todo el mundo en 2030. Esta cifra representa aproximadamente el doble de la tasa de curación actual y salvará un millón más de vidas en los próximos diez años.
Los objetivos de la iniciativa son reforzar la capacidad de los países de ofrecer las mejores prácticas en atención médica para el cáncer infantil; y dar prioridad al cáncer infantil e incrementar la financiación disponible en el plano nacional y mundial entre otras.
La OMS y el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) colaboran con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y otros asociados y organizaciones de las Naciones Unidas para aumentar el compromiso político con respecto al diagnóstico y el tratamiento del cáncer infantil.
Además, colaboran para prestar apoyo a los gobiernos para que creen centros contra el cáncer y sucursales regionales de calidad para garantizar el diagnóstico precoz y preciso y el tratamiento eficaz de la enfermedad en los niños afectados por el cáncer.