10 Abr

Consejos de alimentación para pacientes recuperados de cáncer de colon

Recuperarse de un cáncer de colon puede ser un viaje largo y difícil. Pero mantener una dieta sana puede facilitar el proceso de recuperación. Comer los alimentos adecuados puede ayudar a minimizar los efectos secundarios de los tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia y la radioterapia, y puede mantener tu cuerpo fuerte, ayudándole a curarse y a prevenir la reaparición del cáncer. A continuación se ofrecen algunos consejos dietéticos que deben tener en cuenta los pacientes que se han recuperado de un cáncer de colon…

Comidas puntuales y constantes

Una de las prácticas dietéticas más beneficiosas para los pacientes que se han recuperado recientemente de un cáncer es comer con un horario regular. Comer cada dos o tres horas a lo largo del día puede ayudarte a estabilizar tus niveles de energía y a reducir los síntomas de fatiga, que son efectos secundarios frecuentes del tratamiento del cáncer. Acuérdate de hacer de cuatro a cinco comidas o tentempiés al día con una variedad de alimentos que contengan proteínas para mantener altos los niveles de energía de tu cuerpo.

Consumo de frutas y verduras

Cuando te recuperas de un cáncer, es importante consumir a diario una rica variedad de frutas y verduras. Estos alimentos son ricos en nutrientes, como vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, que pueden ayudar a fortalecer tu sistema inmunitario mientras te recuperas. Intenta tomar nueve raciones al día, combinando frutas y verduras de varios colores para añadir variedad y densidad de nutrientes.

Ingesta de proteínas

La proteína es un macronutriente esencial, importante para mantener la masa muscular y ósea de tu cuerpo, así como para reparar todas las células del organismo. Cuando elijas fuentes de proteínas, limítate a las opciones magras, como la carne de ave, el pescado y el tofu. Además, las alubias, las legumbres y las semillas son grandes fuentes de proteínas vegetales. Intenta consumir de dos a tres raciones de proteínas al día, asegurándote de variar tus opciones y encontrar tus favoritas para que las comidas sigan siendo interesantes y sabrosas.

Limita los alimentos procesados

Los alimentos procesados, incluidos los ricos en azúcar, grasas saturadas y aromas y conservantes artificiales, pueden tener efectos negativos en el organismo y deben evitarse en la medida de lo posible. En su lugar, llena tu dieta de alimentos integrales, naturales y mínimamente procesados, como frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos, semillas y proteínas magras. Estos alimentos contienen vitaminas y minerales que pueden ayudar a mejorar tu salud general y a combatir futuras recidivas del cáncer.

Incorporar ácidos grasos omega-3

Incorporar ácidos grasos omega-3 a tu dieta puede ayudar a mantener la salud de tu organismo, mejorar tu bienestar general y reducir el riesgo de enfermedades cardiacas. Algunas fuentes de ácidos grasos omega-3 son el salmón, las sardinas, la caballa, las semillas de lino, las semillas de chía y las nueces. Intenta consumir tres raciones de alimentos que contengan omega-3 a la semana para disfrutar de sus beneficios para la salud sin aumentar el contenido total de grasa de tu dieta.

Hidratación

Mantener el cuerpo correctamente hidratado es esencial para una buena salud; esto es aún más importante cuando te estás recuperando de un cáncer. Asegúrate de beber mucha agua a lo largo del día para ayudar a tu cuerpo a eliminar toxinas, así como para mantener la salud general de los órganos. Además de beber agua, intenta incorporar infusiones sin cafeína para ayudar a reforzar tu sistema inmunitario y disminuir el riesgo de enfermedad.

Sigue las pautas del plato de comida sana

Para ayudarte a mantener una dieta equilibrada, intenta seguir las pautas del plato de comida sana. Estas directrices sugieren que, en cada comida, llenes la mitad del plato con fruta y verdura, una cuarta parte con proteínas magras y una cuarta parte con cereales integrales. Esto te ayudará a consumir un equilibrio adecuado de nutrientes, aumentar la variedad de alimentos de tu dieta y reducir la probabilidad de comer en exceso durante las comidas.

En general, recuperarse del cáncer es un viaje difícil que requiere muchos cambios y adaptaciones. Sin embargo, seguir una dieta equilibrada llena de alimentos sanos puede ayudarte a mejorar tu recuperación y a aumentar tu calidad de vida en general. Tanto si estás en pleno tratamiento como si ya estás en remisión o recuperación, estos consejos dietéticos pueden ayudarte a mantener tu cuerpo sano y fuerte. Consulta siempre con un profesional sanitario antes de hacer cambios significativos en tu dieta, especialmente cuando te estés recuperando de un problema de salud importante.